Libro María Manuela Piel de Luna. ( Ricardo Pasos Marciacq, 1999)

Capitulo V

                                                                                   Hombre libre, tú siempre,

                                                                                   adorarás el mar.

                                                                                   El mar es tu espejo,

                                                                                   en el contemplarás tu alma.

                                                                                                           BAUDELARIRE

                                                                                                                      Spleen et Idéal.

...Los pies descalzos de María Manuela se hundieron suavemente en la arena crujiente de conchas, obligándola a contorsionar pausadamente sus caderas como las hojas de las palmas ondulantes movidas por la brisa. Aquella jovencita grande parecía ya poseer la frágil madurez de la adolescencia. Alguien que no la conociera  hubiera apostado a que era una jovenzuela ya hecha  y derecha...

( página. 108)

El jovenzuelo Blas Hurtado y Plaza amaba caminar por entre las grandes arboledas que circunvalaban las haciendas de cacao, pero en especial por la que quedaba al lado de la de su hermano Adriano, y en donde este también tenía mas de cien yeguas andaluzas de excelente trote. Aquella hacienda contigua era donde vivía María Antonia de Campuzano, quien desesperada por montar las potrancas en compañía de Blas cada vez que se encontraba con él.
María Antonia crecía vertiginosamente llenándose de abundante savia ante los ojos siempre encendidos de Blas, y de pronto, un día irreverente, amaneció mujer. Su sexo se escuchó en el silencio de las haciendas, sus pechos despertaron a toda la comarca, y sus carnes olieron a Sacuanjoche.
Blas la bañaba desnuda en las quebradas al atardecer mientras los monos congos la observaban. la cubría de besos y la tendía al sol en las montañas para que se posaran los pájaros en su vientre y revolotearan entre sus muslos. Ella le suplicaba que la hiciera tierra y la surcara. Blas nunca quiso sembrarla, pero la tomaba de las muñecas y la sujetaba con bejucos a los arboles y la hacia volverse loca de deseos hasta que caía casi desmayada mientras gritaba que la amara. Blas le decía que no deseaba dañarla ya que mucho la amaba, que mejor esperaran hasta casarse.

Un día de septiembre, mientras Blas distraído y sin quererlo hacia una cruz con dos ramitas de Madroño, se le plantó enfrente María Antonia montada a caballo, con su larga cabellera suelta al viento, la blusa entreabierta, y la falda recogida hasta la mitad de los muslos.
-- ¡Idiota! Ayer me amarraste otra vez al tronco del Ceibón y tampoco me quisistes! ¡Me voy para siempre de aquí!¡ Viviré con el capitán Asmodeo! 
--No hagas, eso María Antonia... dicen por ahí que...
-- ¡Me voy al quinto infierno con Asmodeo! ¡Maldito seas, Blas! ¡Ojalá que te mueras de deseos por el resto de tus días!

Libro LAS SEMILLAS DE LA LUNA. Ricardo Pasos Marciacq. Cuento II. El milagro. Páginas. 38-39.

Anotaciones sobre el erotismo.

•       El Erotismo no es la conceptualización  de la sexualidad; es una experiencia de la libertad de la intimidad.

•       El Erotismo es mayor afrodisíaco que el pecado.

•       El mayor peligro político para el Erotismo comienza con la consagración de la miseria, es decir, la democratización de la prostitución.

•       Un bello rostro no siempre anuncia lo que una hermosa vestimenta disimula. Solo la belleza del Erotismo beligerante es capaz de participar en el secreto.

•       El deseo consume; el Erotismo asume lo que el deseo no puede consumir.

•       No hay prohibición que no pueda ser transgredida. La  Belleza del Erotismo consiste en la ausencia de prohibiciones.

•       La vergüenza desaparece del todo solo en el ámbito del Erotismo, es decir, cuando se dan  la mano lo Sacro y lo Profano.

•       N i la sensibilidad mas la razón, ni la inteligencia mas los sentidos constituyen el Erotismo. El Erotismo es la expresión reverente de un solo acto: la inteligencia de los sentidos.

•       Cuando hay Erotismo sin sexualidad, gozamos de Idealismo; cuando hay sexualidad sin Erotismo, no gozamos la realidad.          

Ricardo Pasos Marciacq

Revista de la Universidad Centroamericana.

ENCUENTRO.

III  Época  ° No. 40 diciembre 1993.

Articulo en la Revista Alice de la belleza de la mujer..

Aforismos sueltos y epigramas inocentes

1- La autentica Mujer nunca ignora que el deseo de Belleza es siempre una pregunta cuya respuesta exacta no existe.

2- Si me preguntaran: ¿Qué deseas, la belleza de una mujer desnuda? o ¿La Belleza de una mujer vestida? yo les respondería: ¡La Belleza de desvestirla yo Ị No se toma a la ligera: La Belleza se hace, no es.

3- Una vez me dijeron: Si te niegan un pie, un hombro, el ombligo forma de hacer el amor, tu deseo no se saciará.

Yo les respondí:

 Si la mujer es Bella aunque no me niegue nada nunca me saciaré de saciarme.

¿Por qué- me preguntaron incrédulos?

Porque la Belleza nunca sacia  ¿Te ha saciado alguna vez la inteligencia de la carne Bella?

Ricardo Pasos Marciacq, Aforismos sueltos y epigramas inocentes. NUEVO AMANECER CULTURAL. Junio 1993.

De la Mujer, La Belleza y el Arte

Publicación "La Novela como Acto Convincente"

Periodico "El Nuevo Diario", sección Variedades 1997

Revista la UCA en la Agenda (10 Edicion 1999)